Blogia

Morondanga

A usted... ¿ le pesa el poto?

Soy un usuaria cotidiana de las micros, debo usarlas para poder desplazarme por Santiago. Nunca las he odiado, como mucha gente, ni creo que los micreros sean monstruos que se creen dueños de la calle ( no manejo, así que tal vez por eso no tengo esa percepción) sé que contaminan, sé que meten bulla, sé que seguramente en un par de años empezarán a aparecer los síntomas colaterales de andar en micro; desprendimiento de los riñones por tanto salto, fortalecimiento excesivo de la musculatura de brazos y piernas ( para afirmarse cuando uno  va de pie), sordera prematura, alucinaciones con cristos que brillan o cumbias que dan vuelta en la cabeza sin poder sacárselas etc... Y aún así, no odio las micros, hasta las prefiero, en vez de ir manejando en un taco opto por mirar la cara de los conductores estresados desde mi ventana micrera y bajar la vista para leer un libro o escuchar música.Entiendo que la micro vaya llena y no pueda sentarme, entiendo que la gente no siempre de su asiento ( me incluyo, a veces me da lata), entiendo que se suban artistas ambulantes a cantar una y mil veces " Todos Juntos", entiendo también que algunos canten pésimo, pero deban hacerlo por necesidad ( prefiero pensar que es por eso a que por falta de algún ser querido que les diga que no tienen dedos para el piano") entiendo a aquellos cantantes que cantan sus temas propios ( solo en la micro pueden ser oídos), entiendo a aquellos que disimuladamente tratan de leer lo que uno está leyendo, entiendo los olores fuertes en verano y el olor a azumagado en invierno, entiendo que al micrero se le olvide cerrar la puerta trasera o alguna ventana esté rota y nos haga cagarnos de frío, entiendo que algún payaso o humorista me ridiculice para poder realizar su rutina o que una señora me pegue con la bolsa en la cara mientras busca algún asiento, entiendo que intenten venderme un blanqueador para dientes que seguramente no funcionará, entiendo que me hayan hecho caer como estúpida comprando un super lápiz que nunca rayó, entiendo que tenga que hacer una especie de surf con malabares para poder bajarme de la micro cuando está llena…entiendo que de lata sacarse la mochila para no entorpecer el paso..entiendo que los que portan paquetes gigantes que dejan en el  pasillo se sienten en el primer puesto ( estorbando a todo aquel que quiera pasar)….hasta entiendo  que me asalten……pero si hay algo que no puedo entender es el porqué mierda no pararse cuando alguien dice: “permiso”. Micro semi-llena, mayoría de asientos ocupados,  no mas de dos personas de pie, veo un asiento vacío al lado de la ventana, un caballero va sentado hacía el pasillo, me acerco, miro el asiento vacío, le digo: permiso, acto seguido caballero hace un giro de 90º sobre su poto en el asiento. ¿Por qué no ponerse de pie? ¿Caballero: le pesa el poto? Cada vez que esto pasa me dan ganas de hacer pregunta, claro que después me baja el sentido de protocolo o timidez  y me quedo callada. No logro entender el porqué de no pararse, todos sabemos lo desagradable que es tener que pasar entre una persona y el asiento delantero….¿paso de espalda? ¿Paso de frente? ¿Me entierro los fierros en el poto o en la guata? ¿Le paso la guata o el poto al caballero por la cara?..y no es un asunto de proporciones corporales, para los flacos también es poco agradable, claro que para los mas gordos la situación es considerablemente mas incómoda, tener que asumir públicamente : “no quepo”, es humillante para cualquiera.  ¿Porque no ser más solidarios y ahorrarle esta difícil y desagradable situación a nuestro futuro compañero de asiento? Claro que cuando la persona en cuestión, en este caso el caballero, va acompañado de bolsas la experiencia es peor…y cuando ya hay una guagua en el asunto es mejor irse de pie…imagina que pasa si pasas  a llevar a la guagua¡¡¡Es por eso que escribo esto, para crear una conciencia de micro, la próxima vez que alguien le diga: “permiso”, póngase de pie para que el otro pase, no vaya a ser que se piense que a usted…le pesa el poto.

Bienvenido

Ya tienes weblog.

Para empezar a publicar artículos y administrar tu nueva bitácora:

  1. busca el enlace Administrar en esta misma página.
  2. Deberás introducir tu clave para poder acceder.


Una vez dentro podrás:

  • editar los artículos y comentarios (menú Artículos);
  • publicar un nuevo texto (Escribir nuevo);
  • modificar la apariencia y configurar tu bitácora (Opciones);
  • volver a esta página y ver el blog tal y como lo verían tus visitantes (Salir al blog).


Puedes eliminar este artículo (en Artículos > eliminar). ¡Que lo disfrutes!